Si te planteas comprar un terreno para edificar una vivienda personalizada, invertir o como base para un negocio , o eres agente inmobiliario y quieres orientar mejor a tus clientes, estos consejos son para ti.
Adquirir el terreno que realmente se adapte a las necesidades de cada cliente es esencial. Porque es un factor determinante en el diseño final, en los materiales, orientación y la distribución. Pero, ¿cómo saber qué terreno es mejor? ¿Qué debo tener en cuenta en cada parcela?. Este es un proceso que toma un poco más tiempo porque además de hacer los debidos trámites hay que construir, así que esperamos que estos consejos sirvan de gran ayuda para facilitar la gestión.
1. Zona de interés
En este primer paso lo importante es definir un radio con las posibles ubicaciones. Hacer uso de herramientas como los mapas de google donde podrás conocer un poco más el entorno más próximo.
2. Búsqueda
Una vez determinada la ubicación, comienza la búsqueda. Es importante saber la diferencia entre suelo rústico y urbano e identificar cuál va acorde con las necesidades.
• El rústico es aquel en el que no se puede urbanizar, es decir es ideal para uso agropecuario, ganadero, naves…
• El suelo urbano, es aquel que cuenta con infraestructuras necesarias para contar con los servicios básicos de agua, electricidad, saneamientos, etc. Es apto para construir y requiere de proyecto.
3. Características
Identificar las características de los terrenos seleccionados como de interés y contrarrestar con las necesidades de cada cliente. Es decir, tener en cuenta:
• Metros cuadrados
• Porcentaje de edificabilidad que son los m2 máximos permitidos que podrá tener la vivienda.
• Porcentaje de ocupación, que indique la parte de la parcela que se puede ocupar por la edificación final.
4. Condiciones del terreno
Es momento de la visita ¿Qué tener en cuenta? Antes que nada, acudir siempre con un profesional. Tener en cuenta que hay en el entorno cercano, si es parcela de fácil acceso, si tiene pendientes o no, la orientación y el estado actual.
Otros aspectos a tener en cuenta son:
• La normativa de construcción
• Comprobar estado de cargas
• Si dispone de servidumbres
• La financiación
• Gastos administrativos
• Coste del proyecto
• Pagos de tasas
• Disposición de tiempo para gestión y proyecto