Puede que suene que el verano aún está lejos pero es una de las temporadas más populares para llevar a cabo operaciones con inmuebles, por eso hay que preparar las viviendas para la venta o alquiler desde ahora ya que la mayoría de las personas buscan una casa o apartamento antes de que comience la temporada de vacaciones. Para asegurarte que esos inmuebles destacan frente al resto, hemos preparado algunos consejos sobre cómo prepararlos para el verano y poder así maximizar su potencial y despertar el interés de los clientes.
Antes de comenzar cualquier otra tarea, esto incluye limpiar los suelos, las paredes y los techos, electrodomésticos y muebles. Es importante asegurarse de que los armarios y los cajones estén limpios y organizados. La limpieza profunda no solo hará que el inmueble se vea mejor, sino que también te permiten detectar cualquier posible fallo que necesite reparación.
Es importante reparar cualquier daño visible en tu propiedad antes de ponerla en venta. Nos referimos a aquellos visibles porque es obvio que no vas a realizar una inspección técnica a fondo.
Esos daños visibles pueden ser pintar las paredes, arreglar las baldosas rotas y reparar por ejemplo un pomo e incluso cambiar las bombillas si están quemadas. Los compradores potenciales se fijarán en estos detalles y un inmueble en mal estado puede reducir el interés y el valor de tu propiedad.
Es importante cuidar la decoración de los inmuebles porque como siempre decimos, la primera impresión cuenta. Y para conseguirlo es ideal mantener una decoración neutral, sin dejar de ser atractiva, esto da pie a que los posibles compradores puedan imaginarse viviendo allí. Despersonalizar y optimizar la distribución para que no haya mobiliario de más. Incluir elementos decorativos es un plus si quieres resaltar puntos fuertes y marcar la diferencia.
Crear un ambiente fresco y acogedor hace que los clientes potenciales se sientan a gusto.
El exterior de una propiedad es lo primero que verán los posibles compradores en una visita, por eso es importante asegurarse de que esté bien cuidado y en condiciones. Preparar el jardín o mantenerlo bien podado, presentar balcones o terrazas limpios y si puedes hasta decorado o con un mínimo de mobiliario para que quien lo visite se haga a una idea de qué puede caber ahí. Si es una casa importante debes tener en cuenta cuidar las fachadas.
Ofrecer incentivos puede ayudar a atraer a los compradores potenciales. Aunque esto va más de la mano del propietario actual ya que hay ciertas cosas que siempre hay que hablarlas como por ejemplo el mobiliario que se deja y el que no. Así mismo si se llega a un acuerdo con los vendedores se puede ofrecer la reparación de algo es específico como por ejemplo manillas o alguna ventana en desperfecto en caso de que no se hayan reparado, también se puede poner como extra el incluir electrodomésticos y mobiliarios.
Aprovecha al máximo la luz del sol y abre las persianas y cortinas antes de la visita y si necesitas ayuda de luz artificial no dudes que utilizarla.
Hace un tiempo hicimos un blog sobre los olores y las visitas inmobiliarias. Pues en este lo retomamos y es que no hay nada más importante que cuidar el ambiente y aunque no sea todo olor a café o a galletas recién horneadas un olor neutro se agradece. Lo que es importante es evitar los malos olores, tampoco querrás pasarte y saturar con ambientadores y que te toque un cliente con alergias.
También recomendamos hacer las visitas en horarios estratégicos para evitar horas puntas de temperaturas elevadas. El calor es un factor que de por sí hace que uno se sienta incómodo y por tanto no será un rato agradable.
Una vez preparada la vivienda y las fotos no olvides promocionarla tanto en la web como en las redes sociales o los canales que utilices para dar a conocer tu cartera. Aunque lo pongamos en el punto 8, es uno de los aspectos más importantes. Nadie conocerá tu vivienda si no la das a conocer.
Recuerda que la manera en la que presentes tus inmuebles marca la diferencia y habla de tu trabajo como asesor inmobiliario y como tip extra, si ese día de visita hace mucho calor y no puedes cambiar la cita, lleva botellines de agua aunque sean de los pequeños para que puedas ofrecer a tus clientes.